El tango forma parte de la
cultura porteña desde hace
muchísimos años. Este famoso género musical que despierta la curiosidad de los
visitantes en su estadía en
Buenos Aires es una costumbre típica de este lugar.
Nacido de la fusión de esclavos africanos, inmigrantes europeos y de los
naturales del Rio de La Plata este ritmo tan particular se ha popularizado a
través de los años y gente de otros países lo ha adoptado como propio.
El Café Tortoni es uno de los pilares del movimiento
tanguero. A finales del año 1858 se creo este espacio de encuentro y grandes
personalidades lo frecuentaron a lo largo de los años, del ámbito de las
letras, las artes plásticas, el periodismo y músicos, entre ellos el
maravilloso escritor Jorge Luis Borges, la poetisa Alfonsina Storni, el pintos
Benito Quinquela Martín quien se reunía allí junto con la Agrupación Gente de
Artes y Letras, Raúl González Tuñón , Francisco Luis Bernardez, el gran Carlos
Gardel y Julio De Caro, entre muchísimos personajes más.
Tan masivo se hizo este ritmo que se creo el famoso Museo
Nacional del Tango. Este particular proyecto depende de la Academia Nacional
del Tango y se ubica en lo que es el primer piso del famoso Café Tortoni. Tiene
dos ingresos, el primero por la propia Academia o por la puerta que se
encuentra en la calle Rivadavia. Se inauguro a finales del año 2003.
Esta exhibición marca un sentido cronológico de la historia
del tango en la Argentina. Desde sus inicios, en el período en el que se
considero marginal, en su momento de gloria y lo que es hoy el tango con los
nuevos grupos que lo han utilizado como fusión y lo han modernizado a lo largo
de los años.
Este museo abarca a los grandes del tango y les rinde su
merecido homenaje. Entre las figuras destacadas y precursores de este ritmo podemos
encontrar a Julio De Caro, Carlos Gardel, Roberto Goyeneche, Osvaldo Pugliese,
Mariano Mores, Astor Piazzolla, Enrique Santos Discépolo, Pascual Contursi y
muchos más.

Hay además objetos invaluables de la historia del tango
entre los que usted podrá apreciar el sombrero de Gardel, el piano de Agustín
Bardi, partituras y manuscritos, rollos de películas, máquinas de escribir,
imágenes, instrumentos, discos originales y todo aquello que hizo que el tango
se transforme en parte de la identidad cultural Argentina.
El Museo Mundial del Tango no solo alberga en él objetos de
culto, sino también, arte con su muestra de pintura y esculturas con el Tango
como temática y medio de inspiración principal.
Otra de las particularidades de este espacio es que en uno
de sus salones hay un escenario para diferentes espectáculos que en él se
organizan. Es un sitio con mucha actividad, tanto en el café tortoni, como en
la academia y en el propio museo, que es visitado por miles de turista e
interesados.
Aquí se pretende preservar la memoria de este ritmo sin
olvidar sus orígenes, su trayectoria y en lo que hoy en día se ha convertido.
El museo se divide en 4 sectores:
1)
Recorrido Histórico del Tango, desde 1850 hasta
nuestros días.
2)
El Olimpo de las Glorias tangueras, que rinde
homenaje a las grandes figuras del tango.
3)
Imagen y Sonido de todas las épocas, donde se
realizan recitales y se puede disfrutar del baile y la música.
4)
Almacén y tienda del museo.
Se puede visitar de martes a viernes en el horario de 15 a
20 horas, fines de semana y feriados de 14 a 18 horas. Su dirección es
Rivadavia 830 primer piso. Se realizan en él visitas guiadas en español,
portugués e inglés. La entrada general tiene un precio de $3, mientras que la
visita guiada cuesta $5.
Es un lugar sumamente atractivo y único para conocer. Ideal
para visitarlo en familia, en Museo Mundial del Tango usted podrá adentrarse en
la historia porteña y explorar este mundo musical que no tiene desperdicios. Es
un recorrido crucial para poder conocer las raíces de esta cultura y deleitarse
con su música. Tango no es sólo un ritmo propio del Río de La Plata, sino
también un estilo de vida, que durante muchos años se vio marginado y denigrado
por la alta sociedad. Es propio de los barrios bajo, del arrabal, de un estilo bohemio y hasta
censurado o subestimado en muchos casos por la opinión pública.
No se olvide de visitar este monumento al tango en Buenos
Aires, llevarse gratos recuerdo y un
montón de historias. El Museo Mundial de Tango lo espera en pleno barrio de San
Telmo con un espacio sumamente cálido y con el que usted se sorprenderá. Es un
lugar mágico, lleno de historias por contar, e historias que aún no han pasado
por aquí. Acérquese y viva todo el tango.