San Telmo es uno de los barrios más antiguos y más tradicionales también de la ciudad de Buenos Aires. Se destaca por sus rasgos que hablan del pasado, tales como sus calles empedradas y sus casas de antaño, además del desarrollo artístico y cultural que se distinguen en esta zona de la city porteña.
Visitar San Telmo en Buenos Aires es encontrar leyendas y espacios en donde el arte es protagonistas, con el tango en sus calles o en sus milongas, con sus museos y galerías, con sus casas de venta de antigüedades, con la Plaza Dorrego y sus artesanos o artistas, con esa atmósfera especial que se respira.
Entre las numerosas propuestas que San Telmo ofrece, el Museo Argentino del Titere se destaca en un paseo por Buenos Aires. El mismo, se encuentra abierto de martes a viernes 10 a 12:30 horas y de 15 a 18 horas, los sábados de 10 a 13 horas y de 5 a 18 horas, así como también los días domingos 15 a 18 horas. Desde un edificio gris que forma parte de la arquitectura típica del lugar y a dos cuadras de la Avenida Independencia, el Museo Argentino del Títere, es un paseo ineludible en el cual podrá apreciarse un homenaje a una tradición como ésta que se instaló en el país.
Este museo, construido como un espacio cultural a fuerza de vocación, esfuerzo y compromiso, nació en el año 1983, época desde la cual se fue juntando parte de la colección pero sin tener una sede en la cual mostrar y demostrar el valor del patrimonio que forma parte de este museo. Luego, en el año 1996 se abrió las puertas en su sede actual, pocos años después de la muerte de su co-fundadora Mane Bernardo que dedicó la vida a esta actividad titiritera. Otra de las mujeres que marcó un hito con este museo es su presidenta Sarah Bianchi, quien si bregando por sostener el Museo Argentino del Títere y por verlo crecer mediante ampliaciones del local que permitan una exhibición más ordenada, debido a que falta espacio por la cantidad de piezas con la que cuenta este museo.
En la actualidad, el Museo Argentino del Títere cuenta con un patrimonio de más de seiscientos títeres que se exhiben ordenados según su origen y técnica, los cuales se distribuyen en las tres salas que forman parte del edificio de este museo. Una de ellas está repleta de representaciones de Europa y de Oriente; allí se encuentran muñecos checoslovacos, rusos, italianos, ingleses, españoles y rusos. La segunda sala está reservada a títeres de América Latina, siendo que la tercera es específicamente para títeres argentinos.
Pero este espacio es más que un museo en el cual se exhiben títeres y ejemplares de todo el mundo, debido a que también funciona allí una biblioteca especializada para interesados e investigadores, además se presenta como un lugar para exhibiciones temporarias, con talleres y actividades y, por último, los títeres cobran vida en funciones para niños y adultos. Entonces, este paseo es ideal para compartir con toda la familia, encontrándose con un rincón en las calles de San Telmo que conserva la magia de este espectáculo que forman los títeres y a quienes les cuesta encontrar un lugar, no sólo en Argentina sino también en el mundo.
El mundo de los títeres, esos que asoman por una ventana y con telón negro detrás, pero que atraen a curiosos y los hacen vibrar con emociones que van desde la emoción hasta la risa, ese mundo se vive en el Museo Argentino del Títere. Entonces, el visitante lo recorrerá para encontrar con esos personajes que cobran vida en dos manos o en ganchos de metal que los hacen hablar a estos enormes muñecos de madera. En resumen, un espacio para sorprender con pequeños animales de goma espuma que se mueven con los dedos, figuras articuladas hechas con papel maché y cartón que manos invisibles controlan a través de hilos, animales y esqueletos, los muñecos de madera con gancho de metal que se mueven por el escenario, monstruos y caballeros, cantantes de tango, gallinas, maharajaes, forman parte de la magia que se vive en el mundo de los títeres.
El lector y el turista podrán imaginarse entonces que si Buenos Aires cuenta con un museo de este tipo, un espacio para los títeres, también los tiene para otras expresiones artísticas quizás más conocidas o más desarrolladas en el mundo cultural como son la pintura, la escultura, la música y el baile, las artes visuales y mucho más. San Telmo, de hecho, es uno de los barrios porteños que se caracteriza por rendir homenaje a cada aspecto de la cultura. Por ello, con tan sólo un recorrido se puede vivir el arte en la piel.
LMA
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